Estudio de arquitectura. Fernando Díaz Moreno
8 Viviendas de promoción pública en Nueva-Carteya, Córdoba. Exp.: CO-97/100-V. Proyecto
Autores: Fernando Díaz-Moreno
Sup.Const.:582,40m2 Lugar: Nueva-Carteya, Córdoba, España
Propuesta mejor valorada en concurso público abierto. La propuesta no se llevó a cabo por un error en la documentación administrativa, pero entiendo que esta circunstancia no resta méritos a la misma.
El solar se encuentra situado en un núcleo de población de reducidas dimensiones situado en una depresión del terreno. Conserva un tejido urbano menudo, de vivienda de dos plantas que parecen extenderse desde la parte baja del pueblo hacia los diferentes cerros que lo rodean. Como es habitual se aprovechan las líneas de mínima pendiente como dirección principal de la trama de viario público, completándola con calles ortogonales y por tanto de máxima pendiente. Las pendientes más acusadas se salvan mediante escaleras que dejan rellanos de acceso a las distintas viviendas. Las viviendas dispuestas en las cotas altas compensan la dificultad de acceso con unas vistas que dominan todo el pueblo.
Junto a los depósitos municipales de agua, en la zona más alta del pueblo, y por tanto con todos los condicionantes comentados, se ubica el solar donde se pretende edificar diez viviendas de promoción pública. Van a formar parte de la trama, completando una de las manzanas. Para que así ocurra el proyecto debe ser respetuoso con los elementos de homogeneidad; sencillez volumétrica y constructiva, presencia del muro débilmente horadado por los huecos, cierta preponderancia de la componente vertical en las composiciones, uso de los mínimos elementos decorativos.
La calle a la que se alinea el solar se encuentra sin ejecutar. Esta situación, posiblemente buscada, permite resolver la pendiente según el modelo local, lo que considero una suerte dada la riqueza volumétrica y la fuerza expresiva de la solución.
En las estructuras urbanas con fuertes pendientes unos espacios se vuelcan sobre otros. La idea de medianera como límite visual no es tan acusada, siendo muy reducido el espacio de transito entre lo cercano y el paisaje. Esta reducción permite plantear todo el tránsito contando solo con la longitud del solar. Así, en la parte inferior se continua el esquema de viviendas escalonadas entre medianeras que comienza en la zona de la calle, mientras que en la cabecera del solar, aprovechando la profundidad, se proyecta una pequeña plaza privada. Se ha ordenado la edificación de forma que la plaza quede abierta hacia el pueblo, y cerrada tanto a la calle -salvando la continuidad de fachada-, como a las medianeras que, por situarse en la misma cota, solo aportarían confusión al nuevo espacio. Un espacio que debería ser interior de manzana es un espacio abierto al paisaje, y por tanto de mayores dimensiones.
Siguiendo un razonamiento similar, y buscando utilizar las vistas como prolongación del espacio cubierto, se han proyectado las viviendas en hilera de forma que se accede a la terraza una vez nos situamos en la segunda planta. El espacio interior, el exterior y el paisaje se relacionan a través de los huecos propuestos de forma más convincente que en la situación habitual con la azotea como coronación de la vivienda.